NO BASTA CON “ECHARLE GANAS”

NO BASTA CON “ECHARLE GANAS”

Todos hemos escuchado esta frase. 

—Pues, échale ganas. 

Ajá, sí ¿Pues qué creen que hacemos todos los días? 

¿Qué entendemos cuando la escuchamos? 

Lo más importante: ¿Qué imagino? 

RESPUESTA: Una reacción en nuestra mente llamada PERCEPCIÓN

Cuando alguien nos pide “echarle ganas” la percepción se suelta por el tobogán para inventar miles de historias en las que participan las “ilusiones falsas”. 

La historia creada no compromete, el tema es libre.

Lo importante a considerar es de ¿quién viene? De alguien conocido, desconocido, cercano o lejano, familiar, si tiene que ver con lo laboral: de mi jefe, director, colaborador, socio, etc. 

¿En qué contexto de mi vida me estoy moviendo? ¿Qué nivel de compromiso tengo? 

Este tipo de información, nuestro cerebro la reúne a una diez mil millonésima de segundo e inicia el proceso de percepción por medio del cual genero mi historia” alrededor del mensaje recibido de “Échale Ganas”. 

En este caso, me compromete, por lo tanto, me involucra.

Entonces, si finalmente, las respuestas vienen como resultado de mi percepción, 

¿qué tengo que hacer para sacarle provecho? 

PASO 1: INFÓRMATE. 

Reúne la mejor información que puedas respecto al tema; además, es importante que reconozcas aquellos recursos útiles que estén a tu alcance, sistemas adecuados. 

PASO 2: ADMINISTRA TUS RECURSOS. 

Existen recursos muy valiosos que no tienen que ver con el dinero, no hojas de Excel. 

Por ejemplo: el tiempo. 

En este blog encontrarás sitios de consulta: libros, artículos, ejercicios, dinámicas que sean útiles en tu búsqueda.

También si tienes dudas, te brincó algo o no sabes como enfocarlo en tus espacios de trabajo, me puedes escribir. 

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