La realidad es lo que es, pero tu vida es lo que percibes

Una definición práctica al respecto sería: 

Nuestra percepción depende de QUÉ enfocamos y CÓMO lo enfocamos.

Hazte las siguientes preguntas:

¿En qué tipo de observador me convierto cuando algo ocurre? 

¿Qué emociones me produce?

¿Qué me digo?

¿Qué imágenes me surgen?

¿Cómo me posiciona esto ante las circunstancias?

Si hacemos conciencia de las respuestas que surjan, estaremos obteniendo información muy valiosa. 

¿Hacer conciencia?, es justamente, poner atención y darme cuenta de las respuestas “automáticas” o “inconscientes”, comportamientos automáticos que determinan la personalidad sana o deficiente de cada individuo.

Nuestra mente, según variadas corrientes y autores, está dividida en: Mente Consciente y Mente Inconsciente.

La mente inconsciente regula el estándar de la vida de un individuo, encontramos que es el responsable del 95% del total de sus patrones operativos, mientras que el consciente regula el 5% restante.

En concreto, nuestros comportamientos están determinados por la manera en que nos comunicamos con nosotros mismos y estos mensajes dependen de la manera en que interpretamos los hechos y determinan MI REALIDAD.

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